Eres como una piedra en el zapato,
me provoca llevarte hasta el centro del mar
y allí pues lanzarte a que te coma un tiburón
-1ra Epístola de La Sonora Dinamita a los lectores del blog.
#PlopDelTiburón
¡Qué incómodas son las piedras en el zapato! Acabo de retirar una muy pequeña que mirándola a simple vista debería pasar desapercibida… ¡pero no! No me permitía caminar tranquilo, que molesto es que algo tan, tan, pero tan pequeño de milímetros de grosor nos incomode a los seres humanos, que somos ciento mil veces más grandes que esa piedrita.
Estuve pensando hace varios días sobre esto porque me gusta caminar y al parecer a las piedras les gusta meterse en mi zapato. El otro día caminé un buen tramo con la piedra molestándome, quería llegar pronto a mi destino y pensé «cuando llegue retiro la piedra», pero mientras más caminaba, más me molestaba. Quería ir más rápido y no podía, tuve que empezar a caminar de una manera diferente, un tanto curiosa para que la piedra no estorbe.
Todos ustedes dirán «Jimmy, si hubieses retirado primero la piedra, podías correr, llegar pronto, y evitarte toda esa incomodidad». Yo les digo lo mismo en forma de pregunta ¿Por qué ustedes no quitan las piedras de su zapato en la vida diaria?
La vida es una carrera, así lo decía el apóstol Pablo, y consciente de que hay cosas que nos impiden correr libremente, escribió lo siguiente:
Corramos sin fallar la carrera que tenemos por delante. Quitemos de nuestra vida cualquier cosa que nos impida avanzar, especialmente el pecado que nos hace caer tan fácilmente.
-Pablo
Muchos de ustedes me dirán «Pero yo sigo corriendo, a pesar de las piedras que me estorban» y diré está bien querer seguir adelante, pero tienes que hacerlo sin las piedras que estorban porque eso impide que camines bien, lastima, incomoda y te retrasa, de hecho no sólo a ti sino a quienes están a tu alrededor.
Te comparto tres pequeños pasos para empezar a sacar esas piedras.
- Identifica aquellas piedras de tu vida
- Saca esas piedras de tu vida
- Por ahí dicen que está bien tropezar con la piedra, pero no está bien encariñarse con ella
- Por más que duela, hazlo antes de que sea demasiado tarde.
- Permite que las heridas sanen.
Antes de dar el siguiente paso en tu vida, empieza por quitar las piedras de tu zapato.