Es frecuente la crítica a quien se dice ser cristiano, evangélico, protestante o seguidor de Jesús. Esos términos, por alguna tonta razón, están asociados a la perfección, a una inequívoca manera de vivir, a permanecer en una burbuja anticontaminante que coloca al creyente sobre los simples mortales. ¡Bah! Aquí les traigo 10 puntos sobre ser cristiano, para los que son y, para que los que no lo son, dejen de… importunarnos con sus comentarios.
- Ser cristiano no es ser perfecto. La gente que abraza o se acerca al cristianismo es por la total imperfección de sus vidas, por el pasado oscuro que puedan tener, porque tenemos miles de errores. En palabras de Jesús: Los sanos no necesitan médico, sino los enfermos.
- Ser cristiano no es ser buenito, ni decir sí a todo. Tenemos carácter, cada uno tenemos una personalidad y no estamos para pintar de rosado la vida de la gente. Que sea cristiano no quiere decir que tenga que hacer todo lo que tú quisieras que haga.
- No todos somos iguales, de hecho, existen más diferencias entre cristianos internamente que con respecto a otras creencias. Que tu amiga crea que es pecado pintarse las uñas no significa que todos creemos lo mismo, por favor.
- No todos vamos el domingo a la iglesia. En pleno siglo 21 hay muchas alternativas, hay iglesias donde la reunión principal es el sábado en la noche, sin ser adventistas. La clave es ir, para estar en comunidad con personas que comparten tu fe, de la misma manera que vas al estadio, aunque podrías verlo por TV.
- También pecamos, no se si tanto como tú, pero lo hacemos. Recuerda que no es lo mismo equivocarte en la vida, que vivir equivocado.
- Tratamos de ser como Jesús, pero eso toma tiempo. No verás perfección en una semana, ni en un mes, ni en un año. Cambiar mi vida puede tomarme todos los días hasta morir, la clave es seguir caminando.
- No todos somos intolerantes, algunos sabemos llevar un diálogo sano sea cual sea tu creencia o filosofía de vida. Reconozco que hay muchos cristianos ignorantes que en lugar de acercar a la gente, la alejan. Nuevamente, no todos somos así.
- No todos le tememos al infierno, muchos de nosotros vivimos nuestra fe con alegría, con esperanza, no sólo en una vida futura sino en la vida que tenemos ahora. Vivir temiendo al infierno es creer en Dios por miedo, eso no va conmigo.
- Aunque soy cristiano, no estoy de acuerdo con toda la doctrina cristiana. Muchas publicaciones y enseñanzas son interpretaciones personales de lo que creen que dice la Biblia, eso nos ha llevado a situaciones incómodas, incluso peligrosas. La única manera de dar bases firmes a tu fe es viendo lo que Dios dijo, en contexto histórico y bíblico.
- Los pastores que roban dinero no nos representan, no los seguimos a ellos, basamos nuestra vida en la vida de Jesús.
Si quieren leerlo con la intensidad que lo escribí, súmenle un poco de rabia en cada punto. Como punto bonus puedo decir que no voy a cumplir tus expectativas, porque no puedes ni tienes la capacidad de juzgarme. Sigo a Jesús porque quiero ser más como él.
excelente!