Salmos para momentos difíciles: Salmo 31

¿Has tenido enemigos alguna vez en tu vida?

Es difícil aquel momento en el que nuestros enemigos hacen algo en nuestra contra, pero aún más triste es que nuestros amigos nos abandonen cuando más los necesitamos. David sabía lo que se siente estar solo, sin un amigo a su lado

Todos mis enemigos me desprecian,
y mis vecinos me rechazan,
¡ni mis amigos se atreven a acercarse a mí!
Cuando me ven por la calle,
salen corriendo para el otro lado.

Que tus enemigos te desprecien está dentro de las alternativas. Que tus vecinos te rechacen, bueno, a veces pasa, pero ¿que tus amigos no se acerquen y que al verte salgan corriendo? Eso debe doler mucho.

Es difícil equivocarse y recibir las críticas de otros. Es duro caer, de hecho, mientras más arriba estás, más fuerte es el ruido al caer. De hecho, David reconoce claramente las consecuencias de lo que ha hecho…

El pecado me dejó sin fuerzas;
    me estoy consumiendo por dentro.

David está en un momento difícil, reconoce su error y a la vez le duele el rechazo de sus amigos. ¿Qué opción le queda? Mirar arriba y reconocer, una vez más, que solo cuenta con Dios

Pero yo confío en ti, oh Señor;
digo: «¡Tú eres mi Dios!».

Quizá hoy sea un buen día para perdonar a los que nos dieron la espalda cuando más lo necesitamos, y decirle a Dios: yo confío en ti, ¿porque me darás lo que quiero? no, porque tú diriges mi vida, tú eres mi Dios.

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