Que si es un cobarde, que eso no hace un líder, que se rindió, que le faltan _ _ _ _ _ _ (lo que ponen las gallinas). Y lo que él hizo frente a las cámaras a nosotros nos aterra hacerlo en la vida diaria.
Estuve muy triste el domingo con la derrota de Argentina y también con el anuncio de Lio de abandonar la selección argentina. Lo sé, hay problemas más importantes, hay realidades más duras, pero asi somos los humanos, tenemos figuras y modelos a seguir. Lo que no todos se dan cuenta es que hay que tener valentía para renunciar a algo que no te hace bien.
¿Cuántas veces te has aferrado a algo hasta el punto de la obsesión sin las agallas para decir «no más»? Somos expertos en hacernos daño y culpamos a otros de lastimarnos. Nos olvidamos que nosotros permitimos que las situaciones o personas nos hagan daño.
Una de las lecciones más duras de mi vida ha sido decir «no». Asumir retos y responsabilidades siempre trae su cuota de nervios, de riesgo, de duda, pero decir no a algo que queremos es realmente difícil.
- «Es que ella es la mujer para mi».
- «Es que es el trabajo de mis sueños».
- «Es que, quitando los gritos y los insultos, es el mejor hombre».
- «Es que no puedo ni quiero olvidar lo que vivimos».
- «Es que así es mi carácter, así nací y así me he de morir».
- «Es que el dolor que me provocó no lo dejaré ir jamás».
Los argentinos tienen una expresión hermosa, sabia, coloquial y llena de condumio para situaciones en las que un ser humano lucha con una realidad que lo aqueja:
Dejate de joder
Probablemente Messi no deba renunciar a la selección, pero hay cosas a las que tú sí debes renunciar. Mejor ahora, antes de que te hagas más daño.