Hoy comí Pollo con papas fritas. Estuvo muy bueno, lo mejor fue compartirlo entre amigos. Como en la última cena. Allí juntos les dije que quizá la última cena de Jesús fue como nuestra cena de hoy, con papas fritas y una de nuestras comidas predilectas.
Es cierto que la Biblia dice que la santa cena fue conmemorada con vino y pan sin levadura, pero pensándolo bien, en mi país no se da ni el vino ni el pan sin levadura, aunque pan integral sí hay. Sería mucho más «ecuatoriano» celebrar la santa cena con un buen canelazo y unas empanadas de viento. Debería ser así. En Argentina la santa cena sería con Mate y Facturas. En Colombia con una refrescante gaseosa Colombiana y Arepa ; el punto es pensar cómo sería la Cena de Jesús contigo de acuerdo a tu vida.
A veces nos centramos en la Forma y no en el fondo de las situaciones de la Biblia. Jesús no quería instituir un consumo mensual mundial de vino y pan, quería instituir un tiempo de descanso y reflexión. Que lo hagan «en memoria de mi». Fue unas horas antes del día que se entregaría en la cruz. Antes de tal sacrificio lo que Jesús deseaba era estar con sus amigos, la gente por la que daría tal muestra de amor.
Antes de ir a la cruz él quiere cenar contigo, estar contigo, compartirte el pan. En mi caso, hoy yo lo imaginé ahí junto a mi cenando, disfrutando de sus últimas horas. Hoy recordé que él me amó tanto así como soy, con mi forma de ser y mi gusto por el pollo con papas fritas.
¿Qué vas a prepararle a Jesús para la cena hoy?