¿Estoy interesado en conseguir seguidores de mis publicaciones o que sigan a Jesús? Una pregunta que todos deberíamos hacernos, porque al parecer conseguimos fans pero no formamos discípulos.
Estamos en una carrera por conseguir la atención de los demás. Publicamos un video, una foto, un texto y esperamos que otros lo lean, lo compartan, que se viralice y nos hagamos conocidos. Queremos tener muchos fans y destacar entre miles de páginas que generan contenidos.
Mientras Jesús nos eligió para discipularnos, nosotros elegimos a la gente para que sean nuestros fans, que compren nuestros productos e incluso que nos consuman a nosotros a través de las redes sociales. Nos promocionamos como a una bebida gaseosa, y queremos que otros nos elijan y olviden a la competencia.
Menos fans nuestros, más discípulos de Jesús.
Si alguien lee una reflexión en este blog que le sirve y se acerca más a Jesús será un objetivo cumplido. Si esa persona no vuelve a leer algo de esta página, no hay problema porque no necesitamos más fans de alguien, sino discípulos de Jesús.
Imagínate a Pablo al llegar a Roma, promocionando sus epístolas, pidiendo que compren sus cartas a los Romanos, escribiendo pasajes para burlarse de otros escritores, animando a que sigan únicamente lo que él escribe. Es imposible que el evangelio se expanda en un discurso basado en la fama y Pablo lo sabía, por eso habló más del Cristo que de sus logros y su poder como influencer.
Los discípulos siguen a Jesús, los fans siguen a los personajes. Los discípulos están interesados en conocer más de Dios, los fans están interesados en conocer lo que tenemos, a donde viajamos. Los discípulos entienden que las personas caen, se equivocan, y que Jesús es más grande que los tropiezos de quien seguimos.
Queridos, queridas, necesitamos levantar más discípulos y menos fans.
Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones.
Mateo 28:19a (Versión NTV)