El título de la publicación de hoy no alude a romanticismos ni a pensamientos arjonescos, es una frase de Pablo, el apóstol, una afirmación de su parte: sin amor, nada soy.
¿Será que se refiere a los regalos, a las citas, a las llamadas y a los whatsapps a las 7 de la mañana, o quizá a los tkm (antes tqm) y a las selfies con filtros y corazones? ¿A qué se refiere un hombre soltero como Pablo cuando habla de amor e identidad?
Esta frase está en un capítulo que ha sido usado y manoseado hasta el hartazgo para hablar del romanticismo de pareja. Sinceramente, 1 Corintios 13 debería llevar una aclaración que diga «No leer por separado, es continuación del capítulo 12». ¿No has leído el 12?
El capítulo 12 es una explicación de los dones espirituales y la explicación de que todos somos partes del cuerpo de Cristo (suena tétrico si no estás acostumbrado a este lenguaje cristianoide, mil disculpas). Habla de la unidad en la diversidad, de perseguir lo noble y no lo que llame más la atención. Por eso Pablo empieza el capítulo 13 desde el último verso del 12, diciendo esto
Pero ahora déjenme mostrarles una manera de vida que supera a todas las demás.