Hace unos años acepté que la música no sería mi profesión, y erróneamente me alejé de ella. Ahora he entendido que no hacemos las cosas por profesión sino por vocación. Así que, aquí estoy, desempolvando los dedos y en esta conversación te cuento cómo suena Si bemol, en qué se parece la música a la cocina, y por qué hacer música es hacer poesía con las manos.