Enero 30: Arriésgate a confiar

¿Cómo le decimos que confié nuevamente a quien fue traicionado, lastimado, que entregó su amor, su amistad y recibió un puñal en la espalda? Creo que solo hay una manera, pidiéndole que vuelva a confiar.

Definir confianza es complejo para mi. Son muchos atributos en un solo concepto: creer, descansar, depositar, entregar, renunciar, sacrificar. Confiar implica muchas cosas.

Confiar es dar un paso al vacío, es entregar un cheque en blanco a otros, con la esperanza de que no nos desfalcarán.

Aunque nos han engañado antes, es posible sanar y dar una oportunidad a quienes nos rodean, quizá ahora poniendo límites, cuidando nuestro corazón, pero intentándolo de nuevo. No creas eso que dicen que «todos son iguales».

Nuestro padres nos fallan, así como nuestros hermanos nos fallan. También nos fallan en las relaciones sentimentales y laborales. Nos van a fallar en todo lugar, en todo momento. Tus hijos te fallan, te dicen que no lo hicieron, pero luego descubres que te mintieron.

Confiar es descansar. Es saber que estoy en lugar seguro, a pesar de las circunstancias.

Todos estamos programados para buscar nuestro beneficio, pero allí Dios se hace presente para hackear nuestro sistema corrupto, para aprender a confiar en él, primero, y cuando nuestra confianza completa está en él, entonces podemos brindar confianza a otros y recibirla.

Confiar de nuevo no significa siempre volver a confiar en la misma persona. A veces confiar es descansar en Dios y dar un paso al costado, creyendo plenamente que Dios está en control. En otras ocasiones, es darle una oportunidad a aquella persona que nos lastimó.

Y sí, sé que es difícil, por eso te animo a poner primero tu confianza en Dios. Debes revisar si hay un patrón de confiar en personas de quienes otros te advirtieron. Es necesario poner límites, porque las personas fallan, y podemos confiar en ellos, pero sobretodo debemos cuidar nuestro corazón y nuestra integridad, además de escuchar a quienes nos rodean. Dios nos habla a través de muchas maneras, y también usa a amigos y familiares para advertirnos o animarnos. Confiar de nuevo es posible.

Tú guardas en completa paz
a quien siempre piensa en ti
y pone en ti su confianza.

Isaías 26:3 (RVC)

Si te rompieron el corazón, pídele a Dios que te ayude a sanar y a depositar tu confianza en él, e inténtalo de nuevo. Si tu esperanza está depositada en Dios, siempre él sabrá guiarnos de mejor manera.

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