Yo solo me he equivocado una vez…, cuando pensé que estaba equivocado.
-El ilustre maistro Longaniza, perdón, profesor Jirafales.
Entre todas las virtudes que destacan de mi humilde personalidad, hay una que está sobre todas: Siempre tengo la razón, ya sea que esté en lo correcto o equivocado, mi palabra es la ley como dice el mariachi.
¿Se imaginan lo que es llegar a cumplir veintiquince años y darse cuenta que su manera de pensar no es la correcta? Bueno, me está pasando. Siempre he estado tan seguro de lo que creo, de lo que pienso, de lo que digo y de lo que hago, hasta hace unas semanas cuando encontré este verso:
Yo te voy a instruir;
te voy a enseñar
cómo debes portarte.
Voy a darte buenos consejos
y a cuidar siempre de ti.-Salmos 32:8 versión TLA
Esos versos son lindos, como para escribirlos en una tabla y colocarlos en la pared de nuestro dormitorio o a la entrada de nuestra casa. Es uno de esos versos que los recitamos, los escribimos en facebook y consigue mil likes, los memorizamos, los dedicamos y los bordamos en el protector de la licuadora, librero, mantel, llavero, etcétera. Pero dice algo demasiado denso para mi, algo que no esperaba leer:
Yo te voy a instruir: El mismísimo Dios todopoderoso almighty creador de todo, es quién se va a encargar de instruirme. Quizá muchos dirán «Yo quiero un profesor así», yo no estoy muy seguro, es el creador de todo eligiéndote como su pequeño saltamontes. El tipo te va a enseñar en serio a vivir, nada de inasistencias, eso es lección día a día, minuto a minuto, online y presencial. Con un profesor así tienes dos opciones: o aprendes… o aprendes.
Te voy a enseñar cómo debes portarte: Ahí tenemos problemas querido Dios, porque yo estoy acostumbrado a vivir a mi manera (eso diría, pero como es el blog, debo decir cosas bonitas, plop!).
Que Dios nos enseñe cómo portarnos implica que antes de decir algo, él nos interrumpirá diciendo algo similar a lo que nuestros papás decían: «Baja el tono, no grites, no mires así, regresa y pide perdón» Eso es un gran problema, sobretodo para los que preferimos hacer las cosas como nos da la gana.
Voy a darte buenos consejos: El master big boss genio creador inigualable capo de los capos del universo quiere darme un consejo. ¡Wow! ¿Se dan cuenta de la magnitud de este ofrecimiento? El creador de la ballena, del ornitorrinco, el que puso a la Tierra a girar alrededor del Sol y a 7 planetas más al mismo tiempo, quiere darme un consejo. Eso está de locos. Sin duda lo que él tenga que decir tiene muchísimo más sentido y valor que lo que yo he aprendido en los libritos de autosuperación. Un consejo de Dios va más allá de hacernos sentir capaces, tiene que ver con ser y hacer. Si no lo tienes claro busca las historias de Moisés, Daniel, Gedeón, Ester, Jesús, Pablo, Esteban. Ellos no se sentían capaces, fueron capaces, trastornaron su realidad y la de su entorno. Con un consejero así podríamos lograr mucho, digo yo.
Y a cuidar siempre de ti: Recuerdo la historia de Daniel San y el señor Miyagi, de Karate Kid. El señor Miyagi, además de enseñarle artes marciales cuidaba de Daniel San, aparecía en cada momento que lo necesitaba. A veces fue golpeado y amenazado, pero siempre aparecía el señor Miyagi para cuidar de su pupilo. Sé que Dios me quiere cuidar mucho más que el ejemplo que mencioné. Él conoce todo de mi, sabe por donde camino y a donde voy, su promesa es clara.
A pesar de ser un salmo bonito, ha sido un versículo que me ha confrontado ya dos meses seguidos. He querido reaccionar mal en mi diario vivir, a veces lo he hecho, pero de alguna manera Dios interviene y dice «Jimmy, no digas eso / Jimmy no pienses eso / Jimmy así no son las cosas / Jimmy no hables así / etcétera»
Si tú problema es obedecer a Dios, la solución podría ser obedecer a Dios. Ahí me cuentan como les va con este versículo.
muy muy ciertoooo!!
te pasas!! felicidades por aprovechar tu don al máximo!! :) bendiciones
Que arriaditos no!!!
Me encanto la solución cuando tenemos problemas de obedecer a Dios!!
Super chévere amigo!