Ayer, 5 de noviembre partió al cielo de los escritores un grande del cine y la canción: Leonardo Favio. Supe de su existencia hace varios años gracias a mi padre, amante de la buena música. La canción que más me gusta de él se llama «Ding dong, estas cosas del amor». Es hermosa.
Se trata de la historia de un chico que conoce a la mujer de sus sueños en una estación de bus. Y me parece tan interesante todo el desenvolvimiento de la historia, que en un momento, supongo que por la belleza de la muchacha, Favio dice «Para mí que existe Dios»
Yo he pensado lo mismo, miro algo que me deslumbra como la noche, las estrellas, las flores, sentir un corazón latiendo y pienso «Para mí que existe Dios» Y algunos a veces preguntan «¿Dudas que Dios existe?» Y no es que dude exactamente, más bien es que todo lo que me rodea confirma su existencia.
Es como cuando tu mamá viene con un chocolate y te dice «Toma». No dudabas de su amor, pero los detalles confirman lo que siente por ti. Así mismo me pasa con Dios.
Te animo a que te hagas esa pregunta: ¿Será que Dios existe? Y más allá de «sentirlo» mires a tu alrededor. Preguntar no es malo, comer con cuchara lo que te han dicho sí lo es.
Aquí les comparto el link de esa hermosa canción, mientras caminando me voy cantando ding dong ding dong http://youtu.be/QP4HlA5cYMM