Cuarenta

cuarenta-jimmy-sarango

Hay un camino largo entre lo que somos y quienes llegaremos a ser.

Tengo un gran amigo que pasó de una vida desenfrenada (sexo, drogas y rock ‘n’ roll) a ser un padre de familia, que ahora solo tiene sexo con su esposa, que las drogas que toma son las que le receta el boticario y el rock ‘n’ roll lo cambió por música ambiental, esa que los padres escuchan para concentrarse y tener un momento de paz. La gente no cree su cambio, les resulta asombroso, milagroso y poco creíble que un hombre llegó a ser quien debía ser, después de un proceso que yo llamo Cuarenta.

Cuarenta es un número presente en la Biblia, y no es un número de descanso. Cuarenta años pasó Moisés en el desierto, luchando con su carácter mientras su paciencia era probada, también pasó 40 días en la presencia de Dios mientras se escribían los 10 mandamientos. Cuarenta días pasó Jesús en el desierto (sí, también en el desierto) sin alimento, para ¿terminar con un banquete? ¡No! Para enfrentarse al mismísimo diablo. Elías caminó por cuarenta días para llegar al monte Horeb donde Dios hablaría con él. El 40 no es un número de relax, siempre implica formación, prueba, una época de ponernos al límite.

Quizá estás atravesando tu cuarenta, y lo puedes distinguir porque las cosas no salen como esperas, tu carácter está siendo formado, tu paciencia está al límite y tu fe es puesta a prueba. Enfermedad, desempleo, divorcio, desilusión, problemas familiares, crisis de fe, líos en tu trabajo, hay muchos cuarenta, y en todos ellos está Dios presente.

Siempre acudiremos al libro de preguntas, tomaremos una y la diremos en voz alta: ¡¿Por qué Dios, porqué a mi?!, y la respuesta está en el primer libro de Pedro

Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo.

El oro se prueba con fuego, porque el único elemento que derrite al oro y lo purifica es el fuego. Cuando estés en tu cuarenta recuerda que no es una etapa permanente, es el camino a un gran objetivo: que Dios forme en ti quien debes ser.

Scroll al inicio