¿Eres un esqueleto bien vestido sin vida por dentro?
Ezequiel miró en una visión muchos huesos secos; no eran los huesos de sus enemigos sino los de su propio pueblo. Muchos cristianos viven una vida zombie: vivos por fuera, muertos por dentro.
A través de Ezequiel 37 aprendemos la visión de Ezequiel y su profecía en la que los huesos vuelven a vivir. Si tus huesos empezaron a secarse, es hora de darles vida.
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