Durante los últimos años, las reglas del juego para las personas con discapacidad han tenido un gran cambio en muchos ámbitos. Desde la participación política de Lenin Moreno, ex vice presidente y actual presidente se han planteado varios planes para mejor la vida de las personas con discapacidad en las distintas áreas. Laboralmente, es un requisito de todas las empresas que el 10% de sus empleados sean personas con discapacidad. El bono Joaquín Gallegos Lara garantiza una manutención mensual para cubrir sus necesidades juntamente con el carnet del Consejo Nacional de Discapacidades (CONADIS), que abre las puertas a beneficios médicos y trámites priorizando a estas personas. Sin embargo, existe un área donde todavía no se ha podido implementar un plan estratégico que cumpla con las necesidades básicas de las personas con discapacidad, los Centros de Rehabilitación Social.

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Centros de Rehabilitación Social

La historia penitenciaria del Ecuador se desarrollo desde 1879 cuando el Penal Gabriel García Moreno inauguró sus instalaciones que al principio recibió 200. El penal tuvo la estadía de algunos próceres de la independencia como Eloy Alfaro, personajes de la política como Lucio Gutiérrez y narcotraficantes como Oscar Caranqui.

Ubicado en el Centro Sur de la ciudad, el Ex penal estuvo en funcionamiento 135 años. A pesar de tener claro el número de aforo había un gran problema de hacinamiento. La mayoría de celdas tenías capacidad para que dos personas puedan tener un espacio donde dormir y un pequeño baño. Sin embargo, por la falta de espacio las celdas se acumulaban de PPL y en un máximo habían hasta 26 personas en una celda.

El gobierno de Rafael Correa inauguró lo que supuestamente se convertiría en un Centro de Rehabilitación Social y ya no en una cárcel. Movilizaron a 2551 personas privadas de libertad al nuevo CRS en Cotopaxi.

Durante la pre producción, construcción y acondicionamiento del CRS Cotopaxi, los estudios del Ministerio de Justicia se basaron en el censo social y demográfico penitenciario realizado en el 2008. En este, se evidenció que habían 13 532 personas privadas de libertad, de las cuales 228 son discapacitados, solo 16 tienen el carnet del CONADIS: 110 tienen discapacidad visual, 47 discapacidad auditiva  y 16 discapacidad física.

Estructuralmente, este nuevo CRS pretendía garantizar el acceso de todos con rampas, sin embargo no existen documentos informativos en braille, guías penitenciarios capacitados en lenguaje de señas o sillas de ruedas para todos los que lo necesiten.

“Él ya se había ido”

“Soy voluntaria en una fundación que visita y cuida a las Personas Privadas de Libertad (PPL). Llevo seis años haciéndolo y realmente ha sido una bendición. He conocido mucha gente, he visto como entran y también la alegría que tienen cuando obtienen su libertad, pero parte de este trabajo ha sido difícil, pues he visto el sufrimiento de muchos y lamentablemente yo no puedo hacer nada.

Una vez conocí a un señor que tenía una discapacidad física, no podía caminar, había nacido con esta discapacidad. No recuerdo exactamente porque entró al Centro de Rehabilitación Social (CRS) pero recuerdo que tenía una silla de ruedas que estaba a punto de caerse, las ruedas estaban dañadas, el asiento estaba roto, lo habían parchado y los metales se volvieron inservibles. Él no podía salir porque esta silla de ruedas no servía y por supuesto, cuando había visita de las autoridades al CRS se ordenaba a los mismos internos a arreglarla, para que parezca que todo está bien.

Decidí apersonarme de este caso y busqué por muchos lugares una silla. Lamentablemente, él era de Colombia y habían ordenado su extradición así que cuando llegué nuevamente al CRS ya se había ido”.

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“Si no estás muriendo, no te atienden”

Leonardo Peñaherrera es pastor de una Iglesia en el Sur de Quito. Antes de ejercer esta labor cometió algunos delitos que le llevaron a estar en un CRS por dos años.

Unos pocos meses después fue trasladado a el CRS en Turi, Cuenca, donde pasó el resto de su condena. A demás de casos de maltrato, hacinamiento, días de aislamiento, conoció a alguien que es una de las muestras más evidentes de una realidad dentro de los CRS a nivel nacional.

Según la Constitución, los derechos de salud, educación y bienestar el Estado garantiza todo lo que está involucrado en el tratamiento y desarrollo de una discapacidad. Pero no existe una normativa clara sobre qué se debe hacer con las personas que por los años no tienen la facultad completa de manejarse solos o se contempla la posibilidad de un indulto.


 

Estrategias

El Abogado Víctor Jácome es el Coordinador de la Zona 3 del Ministerio de Justicia Derechos Humanos y Culto, dirige y supervisa que las leyes y normativas se cumplan en todos los departamentos. Se ha dedicado al tema penitenciario durante 16 años.

Los nuevos sistemas penitenciarios buscan garantizar a las personas con discapacidad en todos los ámbitos. Hace dos años se firmó un acuerdo con el Ministerio de Salud para que sean ellos quienes puedan encargarse del cuidado y tratamiento de las personas con discapacidad, de alguna manera el Ministerio de Justicia pasó a ser un intermediario de las personas con discapacidad. La Licenciada Karla León, encargada de la coordinación de Comunicación declaró que los datos no están a disposición pública pues se vuelven confidenciales pues cada interno tiene una ficha personal.

Ricardo Cedeño es el coordinador de salud del Ministerio de Justicia. Los datos proporcionados arrojaron las siguientes cifras:

Los nuevos Centros de Rehabilitación cuentan con un Centro de Salud tipo “A”

“Centro de Salud (CS Tipo A):

Es un establecimiento del Sistema Nacional de Salud que atiende a una población de 2.000 a 10.000 habitantes…presta servicios de prevención, promoción, recuperación de la salud, cuidados paliativos, atención médica, atención odontológica, enfermería y actividades de participación comunitaria; tiene farmacia/botiquín institucional…”

Ministerio de Salud

Cuentan con servicios básicos, sin embargo, Patricio Sinchiguano es el médico coordinador de este CRS quién comentó que cuentas con medicina general. psicología, Odontología y un dispensario médico. ” A las personas con discapacidad se procura atenderlas mensualmente o dependiendo de sus necesidades. Cada pabellón cuenta con un vocero, que es un mismo interno que se encarga de tomar las citas para programarlas, son más de 4000 personas, es un poco difícil mantener el orden”.

Durante la entrevista se acercó una mujer de aproximadamente 40 años de nacionalidad Colombiana y pidió “de todo corazón” que le ayudaran con una doble dosis de su medicación pues sufría de una úlcera. Sinchiguano explicaba que “lamentablemente muchos de los internos piden más pastillas para poder venderse entre ellos y por supuesto eso no es legal. Nosotros cuidamos en lo posible que este tipo de cosas no sucedan sino que más bien procuramos dar la medicación adecuada a todo quienes lo necesiten.”

No todas las personas con discapacidad tienen el carnet del CONADIS por lo que procuran sacarlo aunque no sea de uso indispensable dentro de los CRS.”Buscamos que puedan salir a hospitales porque no contamos con un centro de rehabilitación, tenemos kits de emergencia, pero solo un centro tipo A, que nos da lo básico” Sinchiguano.

 

“ELLOS SE CONVIERTEN EN DOBLE PRIORIDAD POR SU SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD”

Patricio Sinchiguano